FLEXIBLE
Laboratorio de Arte Multimedia
Dos experiencias sueltas
EL sábado 24 de agosto,
Flexible, el laboratorio de Arte
Multimedia de Palermo viejo presenta dos
nuevas “experiencias sueltas”.
A las
14.30hs., los niños entre 7 y 10 años
disfrutarán de Trucos, desafíos,
maravillas e ilusiones. Una actividad
para descubrir los primeros trucos utilizados en
el cine, a través de entretenidas experiencias
de animación, desde
los primeros “Trucos de Melies”: se
divertirán desapareciendo y apareciendo en
distintos lugares, realizarán las pruebas más
complejas cabeza abajo y muchas ilusiones más.
A las
16.30hs., los chicos entre 10 y 14 años
construirán su propia Boom Box.
Se trata de un circuito amplificador de audio
portátil, que consta de un parlante, control de
volumen y entrada de audio, donde al conectar
sus teléfonos celulares o reproductores de mp3
podrán llevar su música a cualquier parte.
Los talleres de Flexible
conjugan el arte, la ciencia y
las nuevas tecnologías en un espacio lúdico y
moderno, divertido, audaz y experimental. Desplazan
el foco tecnológico del habitual uso cotidiano
–rol de usuario y concepto de herramienta- hacia
un plano creativo y personal –rol de pertenencia
y experiencia artística-.
Abierta la inscripción
(cupos limitados)
Sábado 24 de agosto, a las 14.30 y a las 16.30hs.
Flexible:
Costa Rica 4880 (CABA)
Consultas: 15 5737 0968
+info:
Actividad Boom Box
Qué materiales deben llevar los niños
- Una batería de 9 volt.
Que aprenderán
- Electrónica básica
- Soldadura con estaño
- Cómo construir una caja plegable
Actividad Trucos, desafíos, maravillas e
ilusiones
Que aprenderán
- Principios de Técnica de Animación_Pixilation
- Uso de Software de Animación cuadro a cuadro
- Dinámica de trabajo colaborativo en técnicas de animación
Sobre Flexible
La tecnología es
una herramienta que puede ser utilizada para
jugar, imaginar, hackear (reciclar) objetos y
dispositivos electrónicos, articular con amigos,
reflexionar y crear.
A contramano de
un uso mecánico y no participativo de la
tecnología, Flexible es un laboratorio que
conjuga el arte y las nuevas tecnologías en un
espacio lúdico y moderno único, divertido, audaz
y experimental.
Flexible
propone todo lo contrario a lo que se supone que
es la tecnología:
sólo usar el pulgar, y aprovechar
únicamente los objetos para lo que se supone que
el mercado dice que se deben utilizar (sin
moverse, ni experimentar).
En cambio, con el
pulgar para arriba –o con todas las manos y la
imaginación sobre la mesa- Flexible
convoca a generar un uso creativo de la
tecnología en donde la mirada singular de niños
y adolescentes se entrecruza con las nuevas y
valiosas herramientas actuales. Además, la
relación con los objetos no es cuadrada.
La invitación siempre es a
reflexionar y preguntarse si los dispositivos
guardan en su interior múltiples y sorpresivas
formas que el mercado se encarga de ocultar.
La libertad del
juego, el enorme poder de la imaginación de los
chicos, el azar de sus propios procesos
creativos, las herramientas artísticas son las
patas de un laboratorio en donde la propia
experiencia lleva a la creación de objetos
artísticos individuales y grupales pero siempre
únicos y singulares.
La concepción es
mezclar la tecnología, el arte y el interés de
chicos, chicas y adolescentes en la creación de
y a través de herramientas que potencian la
creatividad y no anulen el propio sentido de la
construcción que llevan a que desarrollen una
película, armen una vieja cámara de fotos o se
lleven a su casa su propio robot o inventos sin
marca registrada.
En el espacio de
Flexible, en Palermo Viejo, se
desarrollan talleres para niños, para
adolescentes y actividades sueltas para quienes
no pueden concurrir periódicamente pero desean
aprender formas de conexión y desconectarse de
los formateos uniformes de las nuevas
tecnologías.
El arte siempre
es arte. En este caso, la tecnología es una
herramienta de juego, construcción y
creatividad, para expandir las ideas y los
sueños a los proyectos más audaces posibles.
En la práctica,
las actividades apuntan a traspasar las
fronteras del consumismo, como en el hackeo de
dispositivos tecnológicos, que es lo que sucede
cuando se reutiliza o interviene artísticamente
un dispositivo que el mercado creó solo para un
uso dándole un fin creativo. Por ejemplo: se
desarma un mouse y con la carcaza y el chip
interno se genera un robot. También se puede
desarmar un teclado y con el chip lograr una
interfaz de sonido; o desarmar una cámara web,
dar vuelta la lente y producir un microscopio
que a su vez se convierte en filmadora. Así hay
tantos ejemplos como posibilidades.
Lo más importante
es que el resultado no queda en el laboratorio
sino que cada invención va para la casa de cada
uno de los inventores o empieza a circular más
allá del momento del aprendizaje. Y, seguro, no
es sólo tangible lo que se llevan del taller
sino una nueva forma de apropiarse de algo que
no tiene copyright: la propia creatividad.
La dirección es
de Micaela Puig. La coordinación general es de
Jorge Crowe, Gerardo DellaVecchia, Eugenia Díaz
y Micaela Puig y los coordinadores invitados
son Sebastián
Zicarello y Constanza Piña. Ellos dan el envión
en el que se dejan llevar por un proceso en el
que la energía y el impulso de los chicos,
convertidos en inventores, termina de formatear
cada proceso creativo.
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