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EN SAN ISIDRO ENSEÑAN A COMER SANO

El viernes 25 de julio continúan los encuentros gratuitos de nutrición en los Centros de Atención Primaria de la Salud del distrito. Cómo reemplazar la sal por otros condimentos en las comidas será el tema principal.

Cómo disminuir el consumo de sal y reemplazarla por otros condimentos en las comidas será el tema de los encuentros gratuitos de nutrición en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de San Isidro. Empiezan el viernes 25 de julio (Ver cronograma).

El tema del encuentro es uno de los mensajes de las Guías Alimentarias para la Población Argentina que aconseja aprender a saborear los alimentos en su estado natural, a utilizar otros condimentos aromáticos para obtener sabores distintos y hacer más agradables las preparaciones, y reemplazar el azúcar de mesa común por edulcorantes.

La nutricionista Victoria Azpiazu comentó que hay estadísticas que indican que los argentinos están acostumbrados a salar las comidas antes de probarlas y a usar demasiada sal. “Una persona consume 12 gramos de sal por día, lo normal sería menos de la mitad de esa cantidad. Ese hábito trae como consecuencia la modificación de los sabores naturales de los alimentos”, explicó.

Y agregó que aquellas personas que tienen alta presión se ven obligadas a disminuir el consumo de sal y eso les genera cierto malestar. La especialista sostuvo que si se limita el uso de este condimento y se aprende a utilizar especies aromáticas en su reemplazo se estará en menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial. “Además se tolera mejor la indicación de la reducción de su consumo”, dijo la especialista.

Azúcar

Con el azúcar –amplió Azpiazu– ocurre algo semejante.  El argentino promedio consume 39 kilos por año. Se toma mucho mate dulce. “Calculamos que de azúcar pura, el máximo aceptable por persona sería 1,8 kilos por año (a razón de 50 gramos por día). Es un alimento innecesario, aporta calorías sin ningún otro nutriente esencial”, destacó la nutricionista.

Tras la exposición del tema, hay una evaluación final que consta de preguntas abiertas y juegos. “La idea es que la gente se lleve como tarea revisar sus hábitos alimentarios e intentar modificar aquellos que sean nocivos, aplicando así lo aprendido en clase”, resumió la nutricionista.

Cronograma

Viernes 25:

CAPS La Ribera (Coronel Rosales 1194, San Isidro), de 10 a 11.

Viernes 25:

CAPS Villa Adelina (Av. de Mayo 1397), de 15 a 16.

Lunes 28:

CAPS San Isidro Labrador (Av. Andrés Rolón y Tomkinson, Beccar), de 10 a 11.

Martes 29:

Centro de Medicina Familiar y Comunitaria San Pantaleón (Bernardo Irigoyen 2140, Bajo Boulogne), de 10 a 11.

Jueves 31:

CAPS Diagonal Salta (Diagonal Salta y Fray Luis Beltrán, Martínez), de 15 a 16.

Para participar de los encuentros no es necesario inscripción previa. Por cualquier consulta enviar un mail a nutricion@sanisidro.gov.ar

TALLER DE PERCUSIÓN EN SAN ISIDRO

Es uno de los cursos gratuitos, organizados por la Dirección de Juventud, que semanalmente se dictan en el Centro Integral de Capacitación (Don Bosco 47). Los alumnos trabajan ensamblados y aprenden ritmos como el folklore, comparsa cubana, candombe, samba y reggae. 

En San Isidro se dicta semanal y gratuitamente el taller gratuito de percusión, donde los ritmos africanos y latinos son los principales protagonistas. Organizado por la Dirección de Juventud del Municipio, el curso se da en el Centro Integral de Capacitación (Don Bosco 47).

En las clases, conformadas por un promedio de veinte alumnos, los participantes realizan un pre calentamiento corporal, mediante palmas y juegos rítmicos, y luego aprenden las técnicas y tiempos de estilos como la comparsa y marcha cubana; candombe, folklore, samba y reggae. Siempre de forma ensamblada.

“Busco que los chicos se conecten con la intuición y agarren los conceptos rítmicos desde su propio cuerpo. El objetivo es que sientan la confianza necesaria para expresarse relajados en los instrumentos, que pueden ser redoblante, bombo, timbao, repiques, zurdo y cajas varias”, afirmó Sebastián Petrosini, profesor de percusión en el Centro Integral de Capacitación.

Andreas Trasivulidis Arocena, de Acassuso, contó que siente que la percusión se lleva en la sangre y que todas las personas tienen el ritmo guardado en alguna parte. “El espacio es excelente y hay muy buena onda”, sostuvo.